Un
país que camina indiferente
ante
el pálido rostro de los vientos,
crepúsculo
cuajado de lamentos
ecos
lejanos de justicia ausente.
Las
muertes sobrevienen cual torrente
y
ahogan desolados pensamientos,
invisible
transitar de años cruentos
de
un suceder oscuro y persistente.
Silencio
languidece entumecido,
mujeres
que sufrieron el tormento
de
algún loco feroz y pervertido.
Pardo
viento recorre el firmamento,
promesas
dispersa en mordiente olvido,
cuando
alza, remolino purulento.
septiembre 30, 2008
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